lunes, 7 de julio de 2014

Tiene un Ego muy alto, se ama muchísimo...

En el artículo pasado se mencionó que existe una diferencia entre "Ego" y "buena autoestima", o lo que es igual, amarse a uno mismo. La verdad no es tan difícil la diferenciación. 
     La gran diferencia entre alguien que se ama a sí mismo y alguien que tiene un Ego por la nubes es: Quien se ama sólo se lo dice a sí mismo, y sus actos lo demuestran. Quien tiene un Ego alto le dice a los demás que se ama, necesita estar gritándolo y haciéndole saber a los otros que "se quiere mucho." Es la típica persona que recalca una y otra vez en sus fotografías que "es hermosa", "no importa quién envidie su belleza, seguirá siendo así", un sin fin de comentarios que no creo haga falta citar. 
     ¿Cuál es la necesidad de gritarle al mundo que te amas? Hacerte tonto a ti mismo, porque el que no se la cree eres tú, al estar recordándole a los demás una y otra vez cuan bello, inteligente, grandioso, sorprendente y chingón eres, al que quieres convencer es a ti. Se muestra una seguridad que no se tiene, para evitar verse débil. Alguien con un Ego alto en verdad no se ama. Al contrario, es un mecanismo de defensa. El individuo realmente se siente mal con su persona, pero ha creado una imagen de sí mismo para alegar de ser eso, cuando en realidad no se sienta así. Alega lo que no es, presume lo que no tiene. Tarde o temprano todo eso cae. Si lanzamos al aire todas las características de grandeza que tenemos, por ley de la gravedad, van a caer. Toda mentira cae, se rompe por su propia naturaleza ilusoria, se disipa por su origen, es un gas, vil humo, no hay solidez. En síntesis, es baja autoestima. Pero se conoce más como autoestima inflada. Se maquilla un complejo de inferioridad con uno de superioridad. 
     Un sujeto que se ama, simplemente sabe lo que es, lo que vale y punto. Sabe que es bello, que es inteligente, que su valor viene de sí mismo y no de los demás. No ocupa estarlo gritando, no tiene la necesidad de que los demás sepan de su "grandiosidad", no hay nadie a quien convencer porque él está convencido de sí mismo. Se ve al espejo y se gusta. Punto. 
     No quiero venir a dar un discurso que eres una persona grandiosa, que vales mucho, que eres bello y maravilloso, que puedes lograrlo todo (seamos sinceros, no puedes lograrlo todo, porque simplemente no necesitas "todo" en tu vida). Decirte eso sólo te animaría unos minutos después de leerlo. ¿Y? ¿Realmente te la crees? Eso es un trabajo tuyo, propio, que tienes que hacer día a día. No tienes que tener un cuerpo grandioso para amar tu cuerpo. De hecho, el primer paso para mejorar tu cuerpo, es amarlo tal y cómo es.        Tú sabes lo que eres, es tú asunto creer de ti lo que quieras creer. Si quieres creer que eres basura, hazlo. Si quieres creer que eres grandioso hazlo. Pero si quieres hacerles creer a los demás que eres grandioso, cuando en realidad tú crees que eres basura, vas a colapsar. 
    Sé la mejor versión de ti mismo. Podrás tener parecidos con millones de personas en el mundo, lo que sí digo es que no hay mejores ni peores. No quieras ser alguien que no eres, no sabes si esa persona con un cuerpazo en realidad lo tiene porque está acomplejado y se siente feo. No sabes realmente si esa persona famosa lo es porque le exigen y explotan su talento, pero quizá lo que ella quisiera hacer, es simplemente trabajar en una oficina. Vive tu unicidad, experimenta y explota el pedazo de Universo que tú eres y nadie más posee. 

3 comentarios:

  1. Bonita entrada!

    Un blog a tener en cuenta a partir de ahora :)

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  2. Guadalupe como siempre tus comentarios son ciertos y lo único importante ser uno mismo -tu eres todo luz y mando un gran abrazo de amiga exitos EUGE

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