martes, 15 de julio de 2014

¿El amor verdadero es el camino a la felicidad?


En una entrada pasada se habló sobre el camino hacia la felicidad. Se mencionó en él que el amor, (de pareja) usado para alcanzar la felicidad, no resulta ser un medio adecuado. Por el contrario, tiende a ser muy catastrófico para dicho fin. 
      Pero, ¿qué si encuentro pareja, el dolor, la tristeza y las penas se irán para siempre y mi felicidad estará asegurada, porque esa persona me hará feliz? No. Las películas y la televisión nos muestran personajes que son muy tristes, obscuros y hasta terribles, con vidas realmente inspiradoras de lástima. Todo es así, hasta que llega un fulano o fulana a cambiarles la vida, a llevárselos lejos de todo ese infierno. ¿En realidad se los llevan de ahí?, a veces nada más es llevarse la tormenta a otro lugar. Te llevas tu nube de perdición al lado de esa persona, mas ahí sigue.

     Está plantado en nuestra mente que alguien nos tiene que salvar. Es simple flojera a salir adelante por nuestra cuenta. Tiene cierta lógica, es el camino aparentemente corto. Traes tantas heridas desde la infancia, tanto dolor, tu vida es un total desmadre... ¡Necesitas quien cambie todo eso, llene tu mundo de color, se lleve las tardes grises, sane tus heridas y te haga totalmente feliz! Y seguro le has hallado, el empezar ha sido hermoso, toda tu vida sigue siendo un asco, pero esa persona lo cambia todo. ¿No crees que sólo es un escape?, no es más que una droga, "tu gran amor" se reduce a un objeto mágico que te hace olvidar todo, lo estás usando a tu enferma necesidad, no le amas en realidad, le ocupas, le necesitas, le usas. Eso nunca podrá ser amor. 
     Va muy ligado esa creencia a la famosa idea de las dos mitades de naranja, de encontrar a ese ser que nos complete. Podemos tenerlo todo, sueños cumplidos, casa divina, bla, bla, bla, pero si no está esa persona ¡a la chingada todo!, no somos felices. Patrañas.
     El amor (de pareja) no nos lleva a la felicidad, al contrario, la felicidad nos lleva automáticamente al amor. Desde luego, para ser feliz y para tener pareja ocupas amor, pero el que tú te das, una buena autoestima. 
     Esa persona no es tu terapeuta, tu médico, ni tu abogado para solucionarte la vida. Ya tiene la responsabilidad de ser feliz él mismo, ¿y tú quieres que aparte se esfuerce por hacerte feliz? Le echas tu paquete, tu responsabilidad al otro, que no nació para eso. ¿Tienes heridas de la infancia?, sánalas, acude a un profesional, ámate. Del otro lado de la moneda es lo mismo. ¿Quieres a alguien todo hecho pedazos para poder salvarle? Es muy bonito eso, pero el amor no es levantar moribundos del camino.  La verdad, qué mejor que estar con alguien que tiene una vida propia (es decir, no eres su vida), que tiene felicidad para compartirte (no para darte), que trae cosas nuevas a contarte siempre. Desde luego, no quiere decir que si nuestra pareja llega a estar mal, a tener problemas o dolores no la apoyemos. Por supuesto que hay que hacerlo, lo que se quiere decir es que no
tratemos de usar a la otra persona para que nos solucione la vida. Y seamos realistas, por más que haga el otro por nuestra persona, no puede hacer tanto como nosotros mismos, sus actos no tienen el mismo efecto que los propios.
     Sólo alguien feliz y completo puede amar en realidad. Una persona que se siente incompleta, llena de vacíos y dolores, no busca amor (aunque crea que sí, pues su desesperada mente eso le dice), busca quién le ponga en orden su desmadre de vida. En muchos casos eso sí pasa, sí llega alguien que nos pone en acomodo nuestra vida. O mejor dicho, el acomodo de nuestra vida sucede mientras estaba esa persona. Ya por fin completos y con nuestra existencia en orden, "misteriosamente" se nos acaba el amor, nos damos cuenta que no ocupamos ya a esa persona, "hizo lo que tenía que hacer." Ahora sí, buscamos a otra persona tan completa como nosotros para amar y ser amados. ¿Quien estaba con nosotros no estaba completo?, no, simplemente porque tu pareja es del tamaño de tu enfermedad. 
     En fin, el amor de pareja ideal sólo se alcanza mediante lograr primero una felicidad propia. En automático, encuentras a un ser igual de feliz y completo. Se inicia un intercambio de felicidades, plenitudes, experiencias y vivencias mágico, realmente hermoso, magnánimo y trascendental. Sus dolores te duelen, si esa persona no está bien, tú tampoco lo estás del todo. Le apoyas, le ayudas, pero no intentas solucionar todos ni del todo sus problemas, no es tu intención hacer lo que él tiene que hacer. 
    Quiero finalizar con otra frase. No hay parejas felices, hay personas felices que hacen pareja. 




3 comentarios:

  1. UN AGASAJO LEERTE MI AMOR... *O* COMO SIEMPRE: ESPECTACULAR <3

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  2. Me encanta su post, dice a mi modo de ver unas cuantas verdades.

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  3. ¡Felicitarte por el post!

    No es solo lo que se dice, sino lo bien que lo comunicas al lector. :)

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