domingo, 23 de noviembre de 2014

¿Revoluciones? ¿Matanzas? ¿Presidentes derrocados?

Antes que nada, debo decir que es un alivio volver a escribir, no creí que la escuela fuese a absorberme tanto, pero aquí de nuevo con todos ustedes. 

Quiero dar mi opinión respecto a la problemática actual en mi país (México) y todos los planes e ilusiones que se han soltado por los hechos recientes. Aclaro, NO voy a tocar en sí el tema de los 43 desaparecidos, sin duda una tragedia, pero, retomando lo que dijo Martha Debayle en su programa de Radio Ayotzinapa no es la enfermedad, es un síntoma nada más. 

Todo lo que vemos lo podemos comparar con el acto de vomitar. Sí, cuando llevas minutos e incluso horas con náuseas terribles, expulsar el contenido de tu estómago ¡es un alivio!, la verdad es que descansas. Pues bien, el hartazgo que se ha venido acumulando por décadas ha ido explotando por partes, digamos que sólo es el reflujo, aun no es el vómito como tal. En esos términos es comprensible la reacción del Pueblo ante cualquier hecho grave o ridículo en estos días. El Presidente no puede tirarse un pedo sin que lo critiquemos. No puede hacer giras de trabajo sin ser algo muy delicado. Lo cual, es hasta cierto punto "NORMAL." Mucha gente ha estado organizando y participando en marchas, manifestándose, no hay nada de malo en ello. Que si la marcha te hizo llegar a la escuela, a tu trabajo, que si bla, bla, bla... ¡Es un derecho constitucional manifestarse!, o qué, ¿vas a denunciar porque gente que está expresando su inconformidad te hizo llegar tarde? Muchos no queremos participar en esas marchas (me incluyo), pero al menos hagamos un acto de empatía por aquellos que hacen o quieren hacer algo por el país. Eso por un lado...

¿Revolución?
En las redes sociales y con gente de mi vida, he escuchado comentarios de volver al pasado, de revivir un 1810, un 1910 cuando "el Pueblo se organizaba y mataba, y conseguía lo que quería, y era chingón..." ¿Neta?, por desgracia a todos nos cuentan esa historia mexicana en la que el Pueblo es el héroe, el que hace y deshace... Grandísima mentira. El Pueblo mexicano no fue más que carne de cañón. No organizó, lo organizaron. Participó en ambos conflictos con la promesa de que recibiría beneficios, (desde Hidalgo hasta Madero, fue la promesa que le hicieron al Pueblo), y sí, el compromiso era sincero, no fue engaño, sí querían beneficiar al país, pero se puede obviar que primero dieron prioridad a sus beneficios. Podríamos hablar de un Zapata o de un Villa como gente que sí tuvo un mayor compromiso con su gente.
Sin embargo, a lo que quiero llegar es que el Pueblo nunca ha sido la pistola que apunte a los obstáculos, ha sido la munición. No ha sido el mango de la navaja que descuartice a la injusticia, ha sido, más bien, la tela con la que la limpian... Así que, ¿de qué Pueblo organizado hablan? La historia nos muestra que quienes fueron los directores de la orquesta en ambos conflictos pasados, fue gente rica, poderosa, que tenía control y cierto peso incluso nacional. Ah, otra cosa, hace algunos meses la gran mayoría lloraba y estaba indignada por las muertes en Medio Oriente, por las injusticias que se cometen en esos países. No hace falta mencionar la guerra que nuestro país tiene con el narcotráfico ¿verdad?, pues bien, ¿aun así hablar de guerras?, ¿de muertes?, ¿de matar políticos a lo pendejo para sanar al país? Lo repito, en 1810 y 1910 la mecánica fue la misma que en todas las guerras, conflictos de personas que se conocen -o al menos tenían facilidad para comunicarse- pero que quienes luchan son gente que no se conoce. La desesperación, el hambre de justicia era tal, que el Pueblo, eufórico, dijo a la lucha, a matar a cambio de beneficios para sí. Es lo que vemos ahora... Un pueblo con mucho hartazgo, con hambre tanto de alimentos como de justicia, con un odio/amor a la corrupción. 

Creo que no estamos para vivir un doble conflicto armado (contra el narcotráfico y, como dicen, contra los políticos). El país se cae a pedazos, ¿y queremos despedazarnos entre nosotros? 

¿Golpe de Estado?
Acerca de un golpe de Estado, lo veo extremadamente difícil. Organizarlo de por sí es complicado. Tengamos en cuenta otra cosa. México no es un país pobre ni débil, tiene peso global, los hechos ocurridos recientemente han atraído la atención civil y de la prensa internacional. Una situación como lo es un golpe de Estado pondría a los ojos del planeta encima del país. Además, nuestro vecino del Norte, probablemente la ONU y posiblemente Europa meterían sus manos. Es más, nos calmarían nuestro pedo. A muchos países poderosos no les conviene que México entre en una inestabilidad tal, que afecte sus intereses. ¿Ustedes creen que no intervendrían para sabotear eso? Estoy haciendo una gran especulación quizá, pero un hecho como tal no pasaría desapercibido. No me imagino a Barack Obama haciéndose de la vista gorda ante un golpe de Estado en México, y no porque nos quiera mucho ni porque seamos hermanos de continente, no, sino porque, repito, muchos países tienen intereses en el nuestro. Y la verdad, hay que decirlo, somos una Colonia de Estados Unidos, explota nuestros bienes más que nosotros mismos. Podría planearse e incluso darse el golpe, pero no dudo que sería saboteado o remediado de inmediato, según el caso. 

¿Quitar al Presidente? 
Esto va muy de la mano con lo anterior. Lo comparo con los que creen que casarte es mágico, o que el anillo de matrimonio tiene poderes y hace que la pareja "dure para siempre y se ame eternamente." Lo que quiero decir es que en sí al quitar al Presidente el país no mejorará al instante. Hay razones para quitarlo, pero hay más para ser un mejor Pueblo... 

Cambiar uno es sólo una parte de la solución. Quitar al presidente, más que una causa del cambio, creo que sería consecuencia de. Es decir, de nada sirve cambiar, en dado caso, la esfera política de la nación si el Pueblo sigue siendo corrupto. Los tránsitos piden la mordida, pero uno decide darla, por poner un ejemplo. 
Muchos sí siguen los parámetros de lo que podríamos llamar un buen ciudadano, y a la vez reclaman un cambio en nuestros gobernantes para una mejor Nación. La cosa es ¿qué nos toca hacer a cada uno? 
Me gustaría acabar con otro punto muy personal. Peña Nieto es tan víctima -o más que nosotros-, no creo que él, con todas sus facultades mentales, a lo que veo en él como persona, haya tenido el ferviente anhelo de ser Presidente de la Nación. Peña Nieto tiene una lucha interna horrible, despojado de su voluntad, siguiendo órdenes. Pocos infiernos son peores que perder tu identidad como ser humano... Eso no perdona ni justifica que la ha regado, que ha tenido decisiones brutales. Pero, creo yo, al menos lo explica... 

También hay que tener consciencia de qué en verdad es necesario. No se puede tener a todos contentos, no podemos esperar todo del gobierno, ¡ya no somos niños de 2 años!, no podemos seguir esperando todo de nuestros padres. ¿Qué nos toca hacer?, ¿qué podemos hacer? 

Creo en México, y creo en mi gente. Estamos en un proceso de despertar colectivo, quizá pase ahora, quizá en un año o en cinco. El Mundo da una vuelta diaria, en una de esas, nuestro mundo gire hacia la plenitud...